Hay dos hechos que son determinantes y que suponen consecuencias importantes para la salud: una elección incorrecta de los alimentos y el consiguiente desequilibrio nutritivo. La enfermedad está asegurada cuando las aportaciones no satisfacen las necesidades del organismo sino que fuerzan un desequilibrio.
Los trastornos en la alimentación no aparecen del día a la noche, no son fruto de la casualidad ni de la comida pesada del día anterior, tampoco vienen determinados por una intoxicación, la intolerancia o alergia. Debemos saber que los trastornos relacionados con la alimentación se deben al mantenimiento de pautas erróneas de alimentación.
Veamos a continuación de forma breve cuáles son los
TRASTORNOS MÁS FRECUENTES que se dan en la sociedad actual.
La
OBESIDAD es uno de los trastornos alimentarios más extendidos en nuestra sociedad actual. En España afecta casi a la tercera parte de la población y son cada vez más los niños y los jóvenes que la sufren.
Desde el punto de vista clínico, está relacionada con riesgos para la salud, derivados de la tensión arterial y el colesterol elevados, y del desarreglo del índice de glucógeno. Estas alteraciones provocan el desarrollo de problemas circulatorios, cardíacos y hormonales, entre ellos la diabetes.
¿Cuáles son las causas que provocan la obesidad en los jóvenes? Pues al igual que en el resto de los individuos adultos, la práctica del sedentarismo, la ansiedad excesiva, la predisposición genética son tres elementos que favorecen la aparición de la obesidad. Hay un cuarto factor que es el principal y es el tipo de alimentación. Sobre todo, este inadecuado modelo de alimentación viene definido por el exceso de grasas, azúcares simples y proteínas que proporcionan más calorías de las que pueden ser gastadas por el organismo y el cuerpo acumula cada caloría de más en forma de grasa.
Lo primero que nos planteamos cuando nos sentimos con algún kilo de más es perder peso. Eso es lo que quieren conseguir enseguida los hijos cuando se aprecian esas curvas molestas y ¿antiestéticas? La solución está en reducir la ingesta de dulces y grasas al tiempo de que se realiza ejercicio físico a diario. En todo momento debemos garantizar el aporte de nutrientes y energía necesarios para realizar las actividades cotidianas. Incluso tendremos que aumentar la dosis de algunos alimentos como las verduras y los cereales integrales. Y ante todo, hay que tener presente una máxima imprescindible que se basa en lo siguiente: vale más y es más duradera, una reducción pequeña y constante que una bajada de peso repentina.
Sin embargo, hay que plantearse de verdad, si nuestros hijos están obesos o no. No vale con verse al espejo y verse alguna curva “fea”. Existe un sistema más objetivo, fiable, válido y fácil de aplicar por todos y que pueden aprender los más jóvenes. Se trata de calcular el índice de masa corporal (IMC) aplicando la siguiente fórmula:
Peso en kg: (altura en m) 2 = IMC-Menos de 20 = poco peso
-20 a 25 = peso aceptable
-25 a 30 = sobrepeso clínico
-30 a 40 = obesidad clínica
-Más de 40 = obesidad mórbida
Otro problema alimentario es la
DIABETES cuyo principal síntoma es la alta concentración de glucosa en la sangre (igual o superior a 140 mg por decilitro). La causa de estos niveles es debida a que el cuerpo no puede metabolizar correctamente los hidratos de carbono que provienen de la alimentación debido a una insuficiente producción de insulina. La consecuencia es una desnutrición celular y una exposición a múltiples afecciones.
Debemos saber que hay dos tipos de diabetes. La primera suele aparecer en la adolescencia debido, al parecer, a un defecto genético que impide la producción adecuada de insulina en el páncreas. En estos casos, el enfermo depende de un aporte continuado de insulina a través de inyecciones. Podemos saber que aparece la diabetes por unos síntomas como adelgazamiento, sed anormal, constantes ganas de orinar y fatiga intensa.
El otro tipo aparece en la edad adulta y está directamente relacionada con los hábitos alimentarios mantenidos a lo largo de la vida. La obesidad y una dieta rica en hidratos de carbono simples (azúcares) hace que el organismo desarrolle una insensibilidad progresiva a su propia insulina.
Para prevenir y controlar la diabetes hay que llevar a cabo un control del peso y un seguimiento de una dieta rica en fibra e hidratos de carbono complejos y bajar la toma de azúcares y grasas.
La
ANOREXIA consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Normalmente comienza con la eliminación de los hidratos de carbono, ya que existe la falsa creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema. A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más críticos, de su peso corporal...
La anorexia se puede diagnosticar no sólo al ver a una persona con un bajo peso corporal, esta enfermedad presenta ciertas características muy propias de dicho trastorno:
Rechazo a mantener el peso normal de acuerdo a la edad y a la altura del individuo, adopción de distintas dietas, tener como objetivo únicamente la delgadez, carácter hostil e irritable, la persona tiende a tener actitudes depresivas, actividad física intensa, miedo intenso a ganar peso, distorsión de la imagen del cuerpo, en las mujeres existe la ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos, preocupación por las calorías de los alimentos, se presentan dolores abdominales, vómitos, preocupación por cómo son elaboradas las comidas (con qué ingredientes), restricción de alimentos, hiperactividad entre otras cosas.
Los médicos asienten que el perfil de una persona que padece anorexia es idéntico al de aquellas personas que padecen bulimia aunque ambos trastornos sean diferentes. El comportamiento de un paciente con bulimia o anorexia se basa en ser muy inmaduro y dependientes del núcleo familiar, con un gran miedo a la maduración sexual y a asumir responsabilidades.
Existen diversas complicaciones en el caso de la anorexia si ésta no es tratada a tiempo y de una forma adecuada, aquí las nombramos: los vómitos provocan engrosamiento glandular, caries, desgaste de la raíz dental, pérdida de piezas dentales, desgarramiento del esófago, inflamación de la garganta haciendo que se dificulte cada vez más tragar, espasmos estomacales, problemas digestivos, anemia, problemas gastroinstestinales, etc.
También están las complicaciones que se manifiestan cuando se produce un abuso de diuréticos: descenso del nivel de potasio, disminución de los reflejos, manifestación de sed, daño hepático, y arritmia cardíaca, entre otras afecciones.
TIPOS DE ANOREXIA NERVIOSA
Existen distintos tipos de anorexia:
De carácter restrictivo: en donde la pérdida de peso se consigue a través de una dieta y ejercicio intenso, en dónde la los afectados no recurren a los atracones o cualquier tipo de purga.
De índole compulsiva: estos individuos sí recurren a atracones o purgas incluso después de ingerir pequeñas cantidades de comida, para así perder peso.
La BULIMIA es una enfermedad de causas diversas (psicológicas y somáticas), que produce desarreglos en la ingesta de alimentos con periodos de compulsión para comer, con otros de dietas abusivas, asociado a vómitos y la ingesta de diversos medicamentos (laxantes y diuréticos).Desorden alimenticio causado por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico.
Es una enfermedad que aparece más en las mujeres que en los hombres, y que normalmente lo hacen en la adolescencia y dura muchos más años.
Las personas que padecen de Bulimia, poseen una baja autoestima y sienten culpa por comer demasiado, suelen provocarse vómitos, ingieren laxantes y realizan ayunos, debido a esto, presentan oscilaciones bruscas del peso corporal.
El comportamiento bulímico se observa en los enfermos de anorexia nerviosa o en personas que llevan a cabo dietas exageradas, pero la bulimia no produce perdidas de peso exagerada.
Los desordenes alimentarios, el miedo a la obesidad y las conductas extravagantes en relación con la comida son algunos de los principales síntomas.
Los bulímicos son capaces de ingerir grandes cantidades de comida en poco tiempo y, luego, se generan conductas purgativas como autoprovocarse vómitos o consumir laxantes y diuréticos en forma indiscriminada. La rutina la rematan con desayunos compensatorios que, finalmente, los llevan a repetir el ciclo.
Los anorexicos tiene una marcada tendencia a la inanición, acompañada por un temor e irracional hacia los alimentos. Se niegan a comer, tienen terror a aumentar de peso, se vuelven incapaces de reconocer los riesgos que eso provoca y oscilan permanentemente entre la hiperactividad y la depresión.
La adicción a las drogas es una característica bastante frecuente entre estas pacientes así como su tendencia a la depresión y a la ansiedad. Además, suelen fracasar en sus relaciones sentimentales.No podemos hablar de una única causa o causas específicas que desarrollen el trastorno pero sí de unos factores influyentes:
Factores culturales: Modas que implican un tipo de vestimenta, un tipo de formas y la realización para conseguirlas de determinadas dietas, cabe reconocer la influencia en todo esto de los medios de comunicación.